Por mucho que le alcance.
Nada tan difícil como ser tú mismo.
Toda una vida para acabar en el inicio.
El mundo gira aunque no entienda el mecanismo.
Y aquí me encuentro delante del precipicio.
Con el vértigo en el pulso.
Aunque no siempre correcto.
Nunca fue exactamente mi tempo.
Solo soñar con la vida que me espera.
Mientras la luna contra la marea.
A todo aquel que me quiera.
Y bailo con las palabras,
En lo que tú siempre has querido.
Y la verdad no sé qué me apetece más.
Si es que acaso tú lo sabes.
Siempre me veras culpable,
Si recogemos aquello que primero hemos plantado.
Yo no me las he inventado.
Como mucho me las habré saltado.