Vivo al borde de mí mismo, diario de batalla
La fuerza del rio, su senda es mi camino
Mi alma se impulsa en cada directo
Mi letra se nutre siempre de lo que siento
Y siento poquito en estos días
Y es que vivir se ha convertido casi en una osadia
Para seguir luchando hay que ganar de vez en cuando
Y yo llevo tres partidas perdidas de cuatro
Demasiadas opiniones y tan pocas acciones
En mi almohada se ha instalado su aliento macabro
Y es duro y más pesado que una tapa en falso llano
Gris veo el fututo, el dolor fantasma ha llegado
Señoras y señores bienvenidos al dolor fantasma
A seguir notando algo donde ya no queda nada
De nada, mutilaron mi alma
Aunque yo lucho por conservarla
Cada día, día, día más ausente
Cada día, día, día más latente
Cada día, día, día más intruso
Cada día, día, día me consumo
Cada día, día, día insistente
Cada día, día, día lentamente
Cada día, día, día más obscuro
Cada día, día, día, día, día
tremenda será la venganza si la dicha es la esperanza
Cuando estalle la batalla vereis hijos de puta
que valieron la pena nuestros cuatro años de condena
Teniamos que volver y por fin hemos llegado
es difícil recoger peras con los brazos atados.
Me baje del autobús en otra parada
y costo mucho levantarse cada santa mañana, sí
Los dos vamos a portarnos como animales
pero yo seré salvaje y tú, tú seras animal de compañía.