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Hay un fogón que ha quedado
Vientos del sur no han querido que se lo vea apagado
El encarga'o se ha marchado
Porque otra estancia lo espera
Y quizás la urgencia hiciera que dejara allí olvidada
Aquella marca sagrada que olvidó en una matera
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Se fue como hace un paisano
Además, todo lo suyo ha queda'o en buenas manos
Se comenta que ha partido
Siempre esbelto, bien erguido, con esa estampa sencilla
Se fue a buscar la tropilla que hacía tiempo había perdido
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Más de un desfile campero
Siempre le gustó ensillar a don Jorge Pellejero
Junto a su centro, el resero
Se lo vio en tantas jornadas
Su voz quedará grabada en sortijas y cuadreras
O en el sol de mi bandera flameando en la jineteada
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No hay lugar para lamento
Ni para angustias, ni quejas
Cuando un paisano no deja ni firmas ni testamento
Tampoco llevará el viento
La palabra que ha soltado
Más de un criollo habrá escuchado decir con mucho respeto:
"Ojalá que un día, un nieto, pueda lucir mi emprendado"
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Por respeto y en su honor
Hoy se le quedó al cantor una milonga sin nombre
Que tata Dios no se asombre
Si es que está de fiesta el Cielo
Se cumplirán los anhelos que soñaba el criollo aquel
Allí va el mozo Nahuel y el emprenda'o del abuelo